El castillo de Peyrepertuse se ubica en la localidad francesa de Duilhac-sous-Peyrepertuse, en la zona montañosa de Corbières, de la región de Languedoc-Rosellón. Fue uno de los principales castillos cátaros y posteriormente uno de los "Cinco hijos de Carcasona". Se ubica a 7 km de la fortaleza de Quéribus. Se edificó en una cresta rocosa de unos 400 m de longitud y a una altitud de 800 m, en una zona claramente estratégica. Es uno de los castillos cátaros más extensos y espectaculares.
La primera mención al castillo es del año 1050 (siglo XI), donde se cita que pertenece al condado de Besalú. Durante el siglo XII, en el año 1115 la iglesia es donada al priorato de Serrabona. Posteriormente, en el 1162 la fortaleza pasa a pertenecer al condado de Barcelona.
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| Plano del castillo |
En la cruzada contra los cátaros, Guillem de Peyrepertuse, señor de la fortaleza, no quiso someterse y fue excomulgado en 1224. Después del fracaso del sitio a Carcasona, Guillem finalmente se sometió y el castillo pasó a posesión real francesa, en noviembre de 1240.
Dos años más tarde, el rey Luis IX de Francia ordenó reconstruirlo y pasó a ser un bastión clave de la frontera con la Corona de Aragón. A mediados del siglo XIV, el rey de Francia Carlos V, autoriza a Enrique de Trastámara, en aquel momento pretendiente a la corona de Castilla, a refugiarse en el castillo tras la derrota en la batalla de Nájera.
Declarado como lugar fronterizo por el Tratado de los Pirineos (1659), Peyrepertuse fue ocupado por una guarnición fija hasta que fue abandonado definitivamente durante los primeros años de la Revolución francesa. Vendido como Bien Nacional en 1820, no es hasta el año 1950 que se inician las primeras campañas de consolidación del monumento.
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| Horarios y precios |
El castillo de Peyrepertuse tiene una longitud de 300 m por 50 m de ancho (es uno de los de mayor longitud de toda Francia), conservando actualmente 2,5 km de murallas con su camino de ronda. Parece más bien una villa medieval que un castillo.
El primer recinto, en la parte oriental y más baja de la cresta es la más antigua, solo accesible a través de una pequeña puerta de entrada defendida por una barbacana. De planta triangular y rodeado por una muralla de 102 m de longitud flanqueada por torres semicirculares, está constituido por un patio central alrededor del cual se apoyan las diversas construcciones. A la izquierda, la Torre del homenaje, a la derecha la capilla de Santa María Bastida (1115) con una pequeña habitación adosada, era a la vez lugar de culto y refugio. En ella encontramos una combinación entre la simplicidad del románico en su ábside y cubierta en vuelta de cañón, la fortificación de todos sus elementos arquitectónicos, y otra muralla en la cual se abre una puerta en arco de medio punto. Esta puerta da a una pequeña estancia cerrada por un segundo muro.
A continuación se ubica el Patio Medio, más grande que el anterior, se extiende hasta los límites extremos del precipicio. Queda poco de él, solo los vestigios de una estructura pentagonal con aspilleras y la muralla con su camino de ronda. Encima de un estrecho promontorio de la cresta montañosa, en la zona norte, encontramos edificado el castillo de San Jorge. Es una fortaleza dentro de la fortaleza. Entre las habitaciones de la torre del homenaje se encuentra la capilla de Sant Jordi con nave única y ábside semicircular.
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